Perro de Servicio
PERROS DE ASISTENCIA:
Un perro de asistencia es aquel entrenado para ayudar y asistir a una persona con discapacidad.
Muchos de ellos son entrenados por asociaciones específicas, mientras otros lo son por los propios usuarios con o sin ayuda de un entrenador canino profesional.
De forma amplia y divulgativa podrían incluirse hasta seis categorías de perros de asistencia.1 La mayor parte de los mismos estarán entrenados para uno de ellos, aunque existen algunos con conocimientos combinados.
- Perros guía o Perro lazarillo. Adiestrado para guiar a una persona con discapacidad visual o sordo-ciega.
- Perros de señalización de sonidos. Los perros señal o perros para personas sordas están adiestrados para avisar físicamente a las personas con discapacidad auditiva de distintos sonidos cotidianos y conducirles a su fuente de procedencia, o alertarles en el caso de sonidos como las alarmas.
- Perros de servicio. Adiestrados para prestar ayuda a personas con alguna discapacidad física en las actividades de su vida diaria, tanto en su entorno privado como en el entorno externo. Ejemplos de esto son la asistencia para la movilidad, petición de ayuda mediante teléfono o sistema de comunicación exterior, transporte de información, bloqueo de la persona ante un objeto o situación de peligro, etc.
- Perros de respuesta médica o de aviso. Adiestrados para dar alerta médica a personas que padecen epilepsia, diabetes …
- Perro de asistencia en autismo. Adiestrados para cuidar de la integridad física de una persona con trastorno del espectro autista, guiarla y controlar las situaciones de emergencia que pueda sufrir.
- Perros incluidos en proyectos de terapia asistida con animales de compañía, destinados a visitas a hospitales, centros geriátricos, pisos tutelados, centros para personas con discapacidad, viviendas particulares, etc.
PERROS POLICÍA:
Es impresionante todo lo que pueden llegar a conseguir estos animales con un entrenamiento adecuado. Los perros policía se han convertido en imprescindibles dentro de los cuerpos policiales, debiéndose a la gran ayuda que prestan en labores como búsqueda de estupefacientes y explosivos, identificaciones de sospechosos o rescates, entre otras.
Si prestamos atención, no es complicado ver cada vez más a agentes acompañados con perros policías y es que en España contamos con unos 450 policías caninos, de los cuales 180 operan en Madrid.
¿Qué funciones desempeñan los perros policías?
Estos animales, gracias a un constante entrenamiento que comienza poco a poco desde que son cachorros, pueden lograr realizar una gran variedad de actividades fundamentales para las autoridades policiales.
Se pueden agrupar en cuatro grandes grupos:
- Función de detectar: Los perros pueden llegar a localizar explosivos, minas, tabaco, animales exóticos, narcóticos, divisas, etc….
- Función de intervención: Son utilizados para la protección, rescate de rehenes y búsqueda de delincuentes.
- Función de salvamento: En innumerables ocasiones, estos perros son los únicos que han podido salvar vidas en avalanchas y terremotos, sin olvidar sus inmejorables cualidades para rastrear.
- Función científica: Los perros son capaces de buscar cadáveres y de reconocer a sospechosos.
¿Qué características tiene que tener un perro para ser un perro policía?
Un buen perro policía debe reunir una serie de cualidades imprescindibles y que no todas nuestras mascotas caninas tienen la suerte de tener.
Lo principal y lo que debe reunir todo buen perro policía es que le guste jugar, ya que el juego es la base primordial de su adiestramiento. Físicamente, debe ser un perro activo, fuerte y robusto.
También es importante que tenga un instinto de caza desarrollado, ya que muchos de los procesos son comportamientos depredatorios como seguir un rastro, acechar, perseguir una presa y atraparla.
PERROS DE BÚSQUEDA Y SALVAMENTO:
Los pioneros de esta especialidad fueron los Suizos, puesto que ya estaban trabajando con los perros de avalanchas en nieve, Urs Ochsenbein en 1972 desarrollo el Método Suizo, seguido por los Alemanes y Franceses grandes entrenadores de equipos RH-TEAM.
En la Segunda Guerra Mundial el pastor alemán se mostró como perro altamente útil en la búsqueda de desaparecidos entre los escombros de las construcciones bombardeadas.
Desde el año 1954 las escuelas Suizas, Alemanas y Americanas adiestraron un buen número de perros de rescate y fueron definiendo las diferencias entre sus métodos de trabajo.
En los últimos terremotos que se han producido en diversos lugares del mundo, los perros de salvamento han dejado constancia documental de su eficacia.
En España se marca el comienzo de la especialidad de “Rescate de víctimas en escombro”, en 1986. En una colaboración de varios equipos Españoles con la Asoc. Nac. de Equipos Cinológicos de Búsqueda y Salvamento de Francia.
Posteriormente en 1987 siguiendo con la experiencia, se realizan trabajos con el Grupo de Guías de Salvamento de la Cruz Roja de Hamburgo y en el mismo año con el Grupo de Salvamento “Bundesverband”, desde entonces no se ha parado de trabajar aportando y recibiendo experiencia.
Estos tres Sistemas, tienden al objetivo común de localizar las posibles personas sepultadas en cualquier tipo de siniestro, no obstante se diferencian visiblemente en base a las características de sus respectivas técnicas específicas.
El perro de rescate se utiliza para detectar la presencia de personas sepultadas bajo escombro (terremotos), avalancha de barro (riadas) o de nieve (aludes), incluso para localizar personas que se han perdido en campo abierto.
La creencia general es que el perro busca el rastro de la persona, pero en situaciones como las descritas anteriormente esto no sería posible, ya que es muy probable que no exista rastro alguno y aunque lo hubiera, la presencia de personas tras los primeros momentos de la tragedia, impedirían enormemente la tarea.
Es por esto que se entrena a estos perros a “ventear”, que no es otra cosa que oler el aire para poder detectar partículas de olor humanas. De esta manera y con un entrenamiento férreo y continuado, el perro aprende a localizar estas partículas y a discriminar el olor de las personas que se encuentran en la superficie, dedicándose exclusivamente a buscar el de aquellas a las que no puede ver.
Cuando el perro ha localizado el foco de olor, deberá avisar a su guía, ladrando y sin moverse del lugar. Una vez localizado el punto exacto, se retira al perro para proceder con los equipos de desescombro.
Durante el entrenamiento, el perro aprende a asociar que la víctima es igual a un premio, lo que más le guste. Él no va a distinguir si se trata de un entrenamiento o de una situación real, simplemente hará su trabajo para obtener el premio.
Un perro de salvamento necesita de uno a dos años para estar operativo, pero después deberá seguir un estricto programa de entrenamiento durante toda su vida de trabajo.
Para un perro de rescate necesitaremos un alto grado de determinados instintos fundamentales para esta especialidad.
Los instintos pueden ser utilizados por el hombre, modificados por la cría selectiva, agudizados y hasta exagerados con relación a los ancestrales. A partir de ellos cabe desarrollar variaciones de conducta cuya función no es otra que satisfacerlos.
No siempre es posible determinar si un acto obedece a los instintos o a mecanismos adquiridos: podríamos considerar que los primeros constituyen la base que permite el desarrollo de los segundos.
Según esto, podemos entender la importancia de la selección de un cachorro de línea de trabajo, pues tendríamos una ventaja de antemano. También explica la razón de su entrenamiento desde muy pequeño para reforzar y fomentar su instinto de caza, de presa y su ladrido.
No cabe duda de que al perro le gusta lo que hace porque no es otra cosa que satisfacer sus instintos.
Por tanto, a medida que el perro de rescate va asociando los estímulos que preceden a la búsqueda, éstos no necesitaran ser tan marcados como al principio (un perro que se inicia necesitará el mayor número de estímulos posibles para conseguir que se motive, pero con el tiempo bastará una posición, una orden, para que el perro consiga una motivación muy alta).
Podríamos decir que el perro “ve con el olfato“, sin embargo hay que hacer algunas consideraciones de interés para el guía de catástrofes:
- Los objetos calientes desprenden más olor en general.
- Las cosas calientes en ambiente frío tienen más olor que en ambiente caliente.
- Los objetos fríos en ambiente frío son difíciles de identificar.
- Cuando llueve el perro detecta peor el olor, pero cuando cesa, gracias a la evaporación y ambiente húmedo detecta mejor.
Real CEPPA
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